El 22 de agosto Camilo Cienfuegos abandonó la Zona de Providencia, en la Sierra Maestra, con su Columna Invasora integrada por 92 combatientes y armada con unas 82 armas rumbo al llano para penetrar, después de múltiples penalidades y extraordinarias muestras de heroísmo, en la antigua provincia de Las Villas el 7 de octubre de 1958.
Se propuso atacar las pequeñas guarniciones para posteriormente con más armas y combatientes asaltar las guarniciones grandes y liberar los pueblos de mayor importancia.
Bajo esa estrategia se combatió entre octubre y diciembre de 1958 en Seibabo, Venegas, Zulueta en dos ocasiones, General Carrillo, Jarahueca, Iguará, Meneses, Mayajigua y Yaguajay, en cuyo cuartel y otras dependencias se habían hecho fuerte las tropas enemigas, por lo que se requirieron nueve días de batallar para tomarlo.
La victoria en Yaguajay coincidió con la toma de la ciudad de Santa Clara por las tropas del Che y con la fuga del dictador Fulgencio Batista.
Primer ataque a la planta eléctrica de Iguará.
En cumplimiento del plan de acciones elaborado por el comandante Camilo Cienfuegos para la liberación de la zona norte de Las Villas, el 5 de diciembre de 1958 fuerzas del Frente Norte de Las Villas atacaron la guarnición del ejército de la tiranía que protegía la planta eléctrica de Iguará y con ello al poblado.
El cerco y hostigamiento duró unas dos horas, pero la posición no pudo ser tomada debido al poder de fuego de los soldados, que superaba las previsiones de los rebeldes, por lo que estos se retiraron tras cortar los cables que suministraban electricidad a las zonas aledañas.
Segundo ataque y liberación de Iguará.
El 15 de diciembre de 1958 una escuadra de 15 combatientes del Ejército Rebelde al mando del capitán William Gálvez atacó de nuevo la guarnición de la planta eléctrica en el poblado de Iguará.
Los rebeldes se trasladaron en una “chispa” (carrito de línea de ferrocarril, con motor), perteneciente a la familia Santa María, que ya estaba siendo utilizado para llevar abastecimientos para los campamentos del Frente Norte. Después del sitio y del intercambio de fuego de fusilería, los soldados de la tiranía se rindieron. Éstos fueron hechos prisioneros y se les ocupó el armamento, balas y demás pertrechos e insumos que mantenían en la guarnición.
Al día siguiente el comandante Camilo Cienfuegos se presentó en el poblado, donde fue aclamado por los vecinos, y se reunió con los principales colaboradores del movimiento clandestino para tomar decisiones de importancia para la continuación de los combates en el Frente Norte.
Fuente de la información: EcuRed
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